El Procurador General de Texas Ken Paxton se unió a una carta multiestatal liderada por Alaska a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) rechazando su abuso de autoridad arbitrario y sin precedentes bajo la Sección 404 (c) de la Ley de Agua Limpia.
Alaska solicitó un permiso bajo la Sección 404 de la EPA para realizar operaciones mineras en una región confinada del estado. La EPA vetó la mina y cualquier esfuerzo futuro para desarrollar operaciones similares en un área casi 24 veces el tamaño de la mina propuesta, en una acción demasiado amplia basada en criterios subjetivos. La acción de la EPA no solo pone el proyecto inmediato en picado logístico y económico, sino que también pone en peligro la inversión futura en la región y proyectos similares en todo el país que pueden requerir permisos de la EPA bajo la Ley de Agua Limpia.
En resumen, al reclamar la capacidad de bloquear unilateralmente proyectos como el de Alaska, la EPA está creando un precedente peligroso que finalizará la inversión económica futura, dañará el desarrollo de recursos energéticos y dejará a Estados Unidos cada vez más dependiente de la China comunista para obtener valiosos recursos naturales.
"Tenemos abundantes recursos minerales en Estados Unidos. Lo que necesitamos es un gobierno federal unido en su preferencia por desarrollar responsablemente nuestros recursos, bajo nuestras propias leyes de protección ambiental, de conformidad con un proceso de permisos predecible. No en una EPA que abusa de su poder para dirigirse contra proyectos que no le gustan, y que juega con las cartas marcadas contra Estados y permisionarios en un juego conocido solo por la EPA. La EPA debe actuar en cooperación con los Estados y de manera consistente con la política nacional, para que podamos, como nación, construir las cadenas de suministro de minerales seguras y confiables que necesitamos, y disminuir nuestra dependencia de países como China", señala el escrito.
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